Desde que nacemos venimos programados para que nuestro cuerpo sea el que nos va guiando el camino de cuándo es hora de comer y cuándo es tiempo de parar. Sin embargo, a lo largo de la vida estas señales de hambre y saciedad las vamos perdiendo y cuando nos damos cuenta, no tenemos idea si estamos comiendo por hambre, ansiedad o si estamos quedando satisfechos o realmente llenos. ¡Andamos desconectados!
¿Y por qué esto es importante? ¿Puede haber una diferencia en mi salud si escucho mi cuerpo? Bueno, definitivamente si logramos que nuestra alimentación sea guiada por las señales de hambre y saciedad, vamos a lograr consumir las cantidades de alimento que realmente necesitamos, evitando así excesos o restricciones.
El hambre es la señal que le indica al cuerpo que es hora de “llenar el tanque de gasolina”, muchas veces por el deseo de perder peso, las personas han aprendido a ignorar esa señal. ¡Error! Como dicen por ahí, el hambre no perdona. Si intenta una y otra vez bloquear el deseo genuino de su cuerpo de alimentarse, le aseguro que le llegará la factura más tarde: picos de hambre descontrolados, gran cansancio o ansiedad. Usted se podría preguntar, ¿Qué hago si estoy queriendo cuidar mi salud y siento que paso con hambre? Bueno primero debe revisar si es realmente hambre o es ansiedad. Posterior a esto la recomendación es buscar comidas que generen más saciedad. Por ejemplo: proteína, fuentes de fibra y grasas saludables.
Para poder escuchar la saciedad (ese punto donde ya hemos comido suficiente) es trascendental que aprendamos a comer despacio. Cuando comemos rápido y utilizando aparatos electrónicos, esa desconexión nos hará perdernos del momento cuando nuestro estómago comunica a nuestro cerebro que ya ha sido suficiente y posiblemente comeremos más de lo que realmente necesitamos. Así que mastique, respire, disfrute, escuche su cuerpo y respete lo que le comunica. A continuación le damos ejemplos para incluir en sus tiempos de comida y así ayudarlo a mantenerse satisfecho durante el día:
Desayuno: incluya proteína como el huevo o queso y en la medida de lo posible agregue vegetales. Ej: omellete o huevo revuelto con espinaca y tomate o cereales Jacks con leche descremada y fruta.
Merienda AM: Fruta preferiblemente con cáscara o Galleta Completa de Jacks. Puede adicionar algún lácteo bajo en grasa o semillas.
Almuerzo: Complemente este tiempo con frijoles, garbanzos o lentejas además de vegetales y proteína. Puede consumir alguna fruta de postre.
Merienda PM: -Chocosas o barquillos de vainilla Jack’s con helado bajo en grasa. -Snack Ideal con mantequilla de maní.
Cena: Puede ser algo semejante al almuerzo o qué tal unos nachos preparados con Mejitos, frijoles molidos caseros, pollo, queso bajo en grasa y mucho tomate picado.
Lo invitamos a generar pausas en medio de sus comidas e intente empezar a escuchar su nivel de saciedad. Puede que al principio le cueste, pero poco a poco irá logrando volverse un experto en las verdaderas necesidades de su cuerpo. ¡Inténtelo!